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domingo, 2 de abril de 2017

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE INDULTOS

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE INDULTOS.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor
Ahora que se han prodigado los INDULTOS he considerado llegado el momento de informar a mis lectores de los conocimientos, que un servidor de ustedes tiene sobre este concepto, huyendo de juzgar de manera crítica –crítico taurino nunca he sido, sí transcriptor puntual de lo que vemos en la corrida de toros- si el indulto fue o no justo.
Nuestra cabaña brava por mor de las exigencias de los toreros y de la necesidad que tienen los ganaderos de vender sus camadas, ha sido y sigue siendo sometida a una involución de bravura, casta y caras y a una evolución de muchos kilos para enmascarar, de manera fraudulenta, ese concepto borrado de algunos reglamentos taurinos de comunidades autónomas, denominado TRAPÍO.
Por esta causa, se trata de perdonar la vida a aquellos toros que en plaza han durado en la faena de muleta sobre todo, ya que, desde hace años es éste el tercio valorado por encima de todos los demás, para conceder trofeos a los diestros actuantes y para premiar al principal protagonista de la Fiesta en su máxima culminación cual es el INDULTO con el cual el toro (dejando un tanto en entredicho la labor selectiva de su ganadero propietario), vuelve  a la dehesa o cortijo de su nacimiento para padrear y transmitir su bravura (axioma no categórico) a su descendencia.
Siempre que este toro cumpla las premisas que seguidamente les enumeraré el presidente podrá sacar el pañuelo de color naranja en la contera del palco presidencial:
Trapío: configuración armónica del toro en su morfología y arboladura seria,  acorde con  su encaste, con edad menor de los seis años y más de cuatro que en ruedo sea admirado por su presencia y produzca miedo por su comportamiento.
Excelente comportamiento en todas las fases de la lidia: atacando de salida a los capotes ofrecidos por derecho sin pararse  y repitiendo sin descanso hasta el remate de su lidiador. Acudiendo de largo y con prontitud al caballo de picar, humillando y apretando con los riñones e incluso romaneando, sin cabecear al peto y recibir como mínimo dos puyazos sin rehuir el castigo. Entrando en derechura y con prontitud al banderillero, humillando en el embroque y persiguiéndoles hasta donde estos se vayan a refugiar. Realizando lo mismo en las tres entradas. Y luego en la muleta acudir siempre con prontitud al ser llamado, entrando con nobleza y seguir la muleta con el morro arrastrado por la arena hasta donde lo mande su lidiador, soportando series por ambos pitones sin dudar ni cansarse
Si el público pide el indulto de manera mayoritaria. Lo solicita el torero que lo lidia. Da su conformidad el ganadero. Y el toro sigue embistiendo sin dudar en ningún momento, pues …EL PRESIDENTE PUEDE EXHIBIR SIN TEMOR EL PAÑUELO NARANJA.
El toro es introducido al corral a través del pasillo de chiqueros y allí si hay mueco se le introduce en el mismo con la finalidad de realizarle la  primera cura que le faculte para poder realizar con éxito el viaje a su casa.
Cómo durante mi actividad  profesional como veterinario taurino he asistido a algún que otro toro indultado voy a narrar mi intervención con la finalidad de que los veterinarios jóvenes tengan una especie de protocolo de actuación.
Tras inmovilizar al toro, procedo a la retirada de los arpones de las banderillas, no arrancarlos sino abriendo  la piel buscando el comienzo del arpón.
Una vez extraídos procedemos a explorar a dedo las heridas para ver las trayectorias, limpio con tijeras las anfractuosidades y seguidamente limpio perfectamente las heridas con una solución del permanganato potásico al 2 por 1000 aplicado a presión con jeringa otorrinológica de humana adaptada al efecto.
Seguidamente me dispongo a realizar una desinfección con la misma solución de
permanganato de las heridas producidas por los puyazos.
Cuando el toro ha sido lidiado padece un estado de SHOCK.
Se caracteriza por los siguientes parámetros:
-          Glucemia: Disminuida. Su valor 0,3 % frente al 0,5% normal.
-          Acido láctico: Muy aumentado. Su valor 65-75% frente al 5-20 % normal.
-          Lípidos totales: Aumentados. Su valor 656 mlgr frente a los 350 mlgr normales.
-          Hematócrito: Aumentado. Su valor 59-70 frente a 35-55 del toro normal.
Es una fase peligrosa puesto el toro puede morir en ella
Si este estado de SHOCK  es superado viene la fase de CONTRASHOCK que está caracterizada porque la liberación de adrenalina estimula al hipotálamo liberándose hormona adrenocorticotropa (ACTH) que acelera la producción de glucocorticoides (cortisol y y corticoesterona).
Se caracteriza por los siguientes parámetros:
-          Aumento de la temperatura
-          Hiperglucemia.
-          Leucocitosis.
Al cabo de los 2 días se pasa a la fase de RESISTENCIA en que vuelven a la normalidad todos los parámetros  a no ser que este equilibrio se rompa por una infección o por reabsorción de productos tóxicos procedentes de los focos traumáticos.
Finalmente viene la fase de AGOTAMIENTO con infección generaliza, postración y muerte.
¿Qué debemos hacer?
1º.- Llevarlo a un sitio tranquilo lo ideal sería introducirlo en un chiquero que tuviera buena ventilación.
2º.-Darle agua en abrevadero de agua corriente donde añadiremos azúcar y electrolitos para contrarrestar la hipoglucemia y hemoconcentración y combatir el estado de acidosis.
3º.- Espolvorear las heridas con antibióticos y sulfamidas. No mojar las heridas. Aplicar suero glucosalino y aminoácidos con vitaminas B. Si hay hemorragia taponar las heridas.
Nunca transfundir sangre.
Aplicar analépticos (Remeflin). Aplicar corticoide a dosis pequeñas (Voren).
4º.- Esperar 24 horas para la primera intervención quirúrgica.
NO UTILIZAR NUNCA ANESTESIA GENERAL.
Tratar de llegar al fondo de las heridas que miran al cielo tratando de darlas salida hacia el suelo mediante sondaje, dejando implantadas las sondas.
Inyectar un antibiótico de amplio espectro.
5º.- Al cabo de las 48 horas, renovar los drenajes y ver procedimiento de curas. Conveniencia de lavar las heridas drenadas con solución de sulfato de cobre mediante jeringa a presión.
Una vez el toro en el cortijo, procedo a abrir siempre de abajo arriba las heridas producidas por la puya mediante sonda cortante en busca del fondo de la herida haciendo que salga por el comienzo de la herida inflingida por la puya. Introducimos mediante pasacintas una venda de gasa impregnada de betadine teniendo la precaución que drene perfectamente. Al día siguiente introducimos en las heridas siempre por arriba unas pastillas de terramicina intrauterina espumante.
En ocasiones las heridas, bien porque hayan sido muy profundas en la suerte de varas o bien porque se hayan infectado, no siguen una evolución favorable y estos casos nos vemos en la tesitura de tener que operar nuevamente y este caso al hacerse más laboriosa la operación habremos de anestesiar al toro.
Hace años lo hacíamos con Inmovilón utilizando como antagonista el Revivón, pero cómo dichos fármacos no disponen desde el año 1992 de autorización sanitaria de comercialización ni se encuentran inscritos en el registro de especialidades Farmacéuticas según establece el artículo 13.1 del real Decreto 109/1995 sobre medicamentos veterinarios y que regula el artículo 9.1  de la ley 25/1990 de 20 de diciembre, del Medicamento, hubimos de recurrir a otros fármacos de aplicación en la anestesia de bóvidos tales como la
combinación de: fármacos alfa 2, ketamina y zolacepam-tiletamina que permite una anestesia segura, pero que presenta algunas particularidades. La asociación de los cuatro productos permite, utilizando volúmenes muy reducidos, conseguir un plano anestésico del animal muy profundo y seguro.
Esta particularidad es importante, debido a la necesidad de aplicar el anestésico en dardos con capacidad de no más de 5 ml.
Zolacepam-tiletamina (Zoletil 100) 500 mg
Ketamina (Imalgene 1000) 1000 mg
Detomidina (Domosedan) 80 mg
Mezclamos el Zoletil utilizando como diluyente 5 ml de Imalgene, añadiendo al volumen de la mezcla 4 ml de detomidina. El volumen total obtenido sería suficiente para la anestesia de un toro de 900 kg (9cc).
La caída del animal se produce muy rápidamente aproximadamente, entre 2 y 10 minutos. Es especialmente importante la aplicación de la mezcla anestésica por vía intramuscular profunda, para que el efecto sinérgico de los cuatro componentes permita la caída del animal.
UNA VEZ EN EL SUELO, EL TORO NO DEBE SER ESTIMULADO HASTA QUE SE ENCUENTRE EN DECÚBITO LATERAL O CON LA CABEZA TOTALMENTE POSTRADA EN EL SUELO, YA QUE SE PODRÍA LEVANTAR.
LOS ANIMALES NO PIERDEN LA CAPACIDAD DE REACCIÓN NI LA VISIÓN HASTA QUE EL EFECTO ANESTÉSICO ES COMPLETO; ES MUY PELIGROSO INTENTAR MANIPULARLOS ANTES DE SU COMPLETO PLANO ANESTÉSICO.
Los toros comienzan a moverse a los 35-40 minutos pero sin presentar riesgo de levantarse. En comparación con el efecto de la asociación etorfina-detomidina, el animal permanece totalmente inconsciente, en un plano anestésico más profundo, y con una optima relajación muscular, disminuyendo la frecuencia cardiaca y respiratoria, siendo esta más superficial.
En caso de necesitar más tiempo de cirugía, a los primeros síntomas de movimiento del toro podemos aplicar 1/3 de la dosis inicial por vía endovenosa o 1/2 dosis inicial por vía intramuscular, prolongando el efecto de la anestesia durante 40 minutos más. El tiempo de recuperación dependerá del tiempo que ha transcurrido desde la administración de la mezcla; el efecto de la detomidina es muy prolongado y es el encargado de mantener al animal tumbado.
La asociación ketamina-tiletamina-zolazepam, tiene una duración aproximada de 30-40 minutos, pero sin el efecto de la detomidina el animal puede levantarse perfectamente. El tiempo de recuperación total puede oscilar entre 10 y 50 minutos después de la antagonización, pero el animal  permanece siempre en pie con un grado variable de ataxia. La ataxia desaparece totalmente y el animal queda sin ningún grado de sedación posterior.
La administración y la consiguiente absorción por vía subcutánea, intraruminal, intraperitoneal o en dosis fraccionadas, no consigue el efecto deseado.
En el caso en el que después de 40 minutos de la aplicación de la mezcla, no se consiga la caída del animal, se puede repetir el procedimiento con la dosis total de los anestésicos, teniendo en cuenta el aumento de la dosis del antagonista a la hora de la reversión de la anestesia.
Tabla 1,- Plano anestésico profundo.
                                                                  Final
                                  mg/ml    ml       mg      mg/ml       mg/kg      ml/100      ml/500
Imalgene 1000
100
  5
500
  56
 0,56
 0,6
   2,8
Zoletil 100              
 
 
250
  28
 0,28
 
 
Domosdan
  10
  4
  40
    4
 0,04
 0,4
   2,2
Suma                                9
Tabla 2.-Plano anestésico superficial.
                                                            Final.
                                mg/ml        ml        mg         mg/ml      mg/kg      ml/100     ml/500
Imalgene 1000
100
  4
 400
  44
 0,44
 0,4
 2,2
Zoletil 100
 
 
 250
  28
 0,28
 
 
Domosedan
  10
  5
   50
    6
 0,056
 0,6
 2,8
Suma                                         9
 
Tabla 3. Coste por vial, ml, dosis toro de 500 kilos.
                                     €vial          €/ml        


€/ml
Ketamina
22,0
  2,2
 11,0
Tiletamina
13,5
  2,7
 13,5
Zolacepam
13,5
  2,7
 13,5
Detomidina
36,0
  3,6
 14,4
Atipemazol
 
11,6
 
Suma
 85
 22,8
 52,4