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viernes, 8 de agosto de 2014

EL HOMBRE ES EL ÚNICO ANIMAL QUE TROPIEZA DOS VECES EN LA MISMA PIEDRA

EL HOMBRE ES EL ÚNICO ANIMAL QUE TROPIEZA DOS VECES EN LA MISMA PIEDRA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Los lectores que normalmente me siguen, saben sobradamente que éste no es un blog político, sino un blog taurino. Por ello normalmente no suelo hablar de política hasta que ésta no inunda la parcela taurina. Ahora está a punto de anegarla, de ahí que tratemos de poner la nave a flote.
Cómo el hombre es el único animal que tropieza varias veces en la misma piedra por ello caemos una vez y otra en los mismos errores cometidos con anterioridad.
El gobierno municipal anterior al que ahora padecemos, asesorado erróneamente por personas consideradas taurinas pero poco conocedoras de lo que se cuece en este complicado mundo del empresariado taurino, cometió el imperdonable error de erigirse en empresario de la plaza de toros de la ciudad de Tarifa ( ver lo escrito en este blog con fecha agosto del 2009)
Naturalmente, como se esperaba, sufrió un batacazo económico importante aunque sin trascendencia social alguna, porque la oposición de entonces no quería levantar polvo de algo que ella haría cuando estuviera en el poder y se le presentara la ocasión.  ¡Así ha sido ahora que mandan! cumpliendo el aserto de “hoy por ti mañana por mí” que tantos males están causando a los españolitos de a pie que estamos bajo el mandato de tanto lerdo, cuasi analfabeto, e irresponsable.
Estos dispendios económicos influyen de manera económica negativa en los vecinos  de la ciudad más meridional de Europa quienes, con sus impuestos cada más elevados, amortizamos los desmanes derivados de una política inconsciente y derrochadora que al "tirar con pólvora ajena" no entiende de economía.
Aquí la falta de valores elevados se torna en fiesta, jolgorio, permisividad y noches blancas (que dejan en blanco de descanso a los vecinos de Tarifa) obligándoles a hacer yincanas por las aceras sorteando los innumerables parterres con mesas que los bares han sacado al exterior; las bolsas de basuras que, los restaurantes a través de irresponsables encargados de introducirlas en los contenedores soterrados tiran materialmente sobre la acera directamente y los innumerables excrementos perrunos e incluso humanos.
En el mes de agosto, como hay muchos veraneantes en Tarifa, desde hace unos años se viene celebrando una corrida de toros de campañillas con base en una ganadería de prestigio y los figurones del escalafón taurino. Corrida que generalmente supone un fracaso económico considerable pero que no sabemos porqué razón el concejal taurino de turno organiza bien para ensalzar su ego; para ofrecer espectáculo a unos veraneantes que vienen buscando las playas; o para divertir a sus paisanos quienes, vienen demostrando, desde que desaparecieron los Festivales Taurinos de Antonio Ordóñez, que los toros les importan un pimiento.
Las 2600 localidades reales con que cuenta la plaza, no se cubren ni en su mitad y ello repercute en unos precios elevados que los lugareños no pagan. Como los empresarios de la zona lo saben, exigen al Ayuntamiento que subvencionen las corridas y como al parecer no hay dinero, pues ningún empresario se hace cargo de la plaza para compromisos serios si bien siempre, sin pliego de adjudicación previo, se busca a un empresario que figura simplemente.
Ante este panorama El Ayuntamiento, en vez de dedicarse a otras funciones inconclusas más importantes se mete a empresario taurino y va en busca de un batacazo económico del que únicamente puede salvarle, una vez más, el viento de levante soplando con fuerza capaz de suspender la corrida programada.
En esta ocasión se trata de una corrida mixta, ni mucho menos de campañillas, yendo por delante el rejoneador Luis Valdenebro en la 7ª actuación de esta temporada y los diestros Manuel Escribano (en la 22ª actuación de esta temporada) y Davíd Galán  (con 3 corridas de toros y dos festivales picados).
Valdenebro es la primera vez que pisa el albero de Tarifa con las dificultades de sus 33 metros de diámetro y una sola puerta de acceso al ruedo que hacen a la plaza no apta para este tipo de festejos.
La base del cartel indudablemente Escribano, tantas veces denostado por los políticos de turno, que llevará a los componentes de su Peña Taurina, pero que creemos insuficiente para llenar un cuarto de aforo.

¡Que Dios reparta suerte, porque va a ser necesaria!