LA LECCIÓN TORERA DE UN GRAN MAESTRO, LUIS FRANCISCO ESPLÁ.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Le habían colocado encabezando cartel (como no podía ser de otra manera al ser el más veterano- tras “Frascuelo”- de los toreros en activo) ante una seria corrida de Victoriano del Río y con dos toreros “de tirón”, Morante de la Puebla y Sebastián Castella.
Pero no debió importarle demasiado, pues estaba más que mentalizado que a poco que le rodaran las cosas él era capaz de superar a estos noveles por saber, experiencia y gobierno. ¡Para algo deberían valer los 51 años cumplidos en esto! ¡Las ochenta y nueve actuaciones en esta plaza!
Además Luis Francisco Esplá Mateo es un torero de Madrid desde aquella lejana fecha en que con diez y ocho años confirmara alternativa formando cartel con otros dos “Pacos” (Curro Romero y Paco Alcalde) y a pesar de que el año anterior se cabreara con el injusto público de Madrid y tratara de imitar a “El Guerra” en su frase de: “En Madrid que atoree San Isidro”. Después…con la intervención de su apoderado del momento actual José A. Chopera las “aguas volvieron a su cauce”
Y salió el primero en el paseíllo. Estableciendo diferencias. Y fue ovacionado por este público que le ha exigido consciente de su capacidad, pero le ha querido por ser un torero diferente a todos.
Un torero considerado como un Maestro de la Tauromaquia porque lo había mamado de su padre que fue novillero, ganadero y poseía una escuela de tauromaquia.
Un torero culto, Licenciado en Bellas Artes que fue apoderado por un Catedrático de Marketing de la Universidad San Pablo-CEU de Alicante, Francisco Sánchez. Un estudioso del toreo que sacó del “baúl de los recuerdos” suertes olvidadas por no practicadas, trajes de torear con diseños antiguos y anécdotas añejas para sus innumerables conferencias siempre esperadas por la brillantez de exposición, conocimientos y esos gallos que su voz le traicionaba de vez en cuando.
Considerado un gran banderillero capaz de medirse sin demérito con artistas de este tercio de la talla de Víctor Méndes y Vicente Ruíz “El Soro” con quien formo terna en múltiples ocasiones.
Uno de los toreros que protagonizó la Corrida del Siglo (denominada por Matías Prats), con toros de Victorino Martín con Ruíz Miguel y José Luis Palomar.
Un torero que no trató de justificar sus fracasos echando la culpa al toro, porque para él su oponente siempre fue el alma de la Fiesta y trató siempre de considerarle en su justa medida y reconocerle sus méritos.
Por eso y por otras muchas cosas Luis Francisco Esplá Mateo fue el triunfador de la última corrida del ciclo del Aniversario.
Triunfo que de manera pormenorizada fue así:
Sale el cuarto de la tarde. Pertenece a la ganadería de Victoriano del Río. Luce el número 46. Beato. 620 kilos de peso. Colorao, chorreado. Nacido 07/04. ¡Un señor toro!

El toro sale suelto de los dos lances de saludo de Esplá. La labor capoteril es de fijar al cornúpeta.
Por su cuenta se da una vuelta al ruedo completa.
En encargado de picar es Teodomiro José Caballero, a cuyo caballo lleva muy bien Esplá al toro para que el piquero se agarre arriba a un toro que aprieta y que ajusta el castigo según órdenes de su matador. El toro se ha dormido bajo el peto. Paco Senda trata de sacarlo sin conseguirlo. ¡Esplá no se precipita! Es consciente que el toro necesita más castigo, por eso es él quien lo saca en el momento preciso.
Esplá lo lleva nuevamente al caballo para la segunda entrada. Lo deja largo. Ha de trabajar Teodomiro para provocar la arrancada. Cuando esta tiene lugar se agarra nuevamente arriba. El toro que vuelve a dormirse bajo el peto apretando con la cara baja y sin cabecear. Lo saca senda y se cambia el tercio a instancia del matador.
Luis Francisco toma las banderillas para su último par en Las Ventas.

Toro cerrado en tablas. Esplá en el centro del ruedo. En rauda carrera se va a por el toro y clava un excelente par arriba.
Repite suerte si bien en esta ocasión en el momento del embroque el toro echa la cara arriba de ahí que se caiga una de las banderillas.
El tercer par lo hace por dentro. Gana la cara al toro y clava arriba. Gran ovación.
Esplá brinda al público de Madrid. La plaza en pie para ovacionar a su torero. Tira la montera que cae boca arriba. ¡Esplá no cree en supersticiones!

El toro está derrotando en un burladero. Esplá se agarra con la mano izquierda a la barrera. Tres pases por alto. Toreándole por la cara lo ha sacado fuera de las dos rayas.

Muleta en la mano derecha. Cuatro excelentes redondos ligados y de mano baja que ha rematado con el pase de pecho sobre la mano derecha. ¡Las palmas echan humo!

A pesar de que el viento molesta, repite serie. Cuatro redondos perfectos de ejecución y remate con la mano muy baja que abrocha con el pase de pecho sobre la mano derecha. ¡El público se pone en pie para aplaudir a Luis Francisco que está emocionado!

Dos redondos magníficos. El toro se para. Dos más excelentes que tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda, una trinchera y un pase del desprecio. Gran ovación.
Esplá da tiempo al toro.

Muleta en la mano izquierda. Cuatro naturales ligados de mano muy baja que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Gran ovación del público de Madrid incluido el tendido 7 donde vemos a “el Rosco” emocionado aplaudiendo.

Nueva serie natural. Tres excelentes naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. “El Rosco” se pone en pie para aplaudir. ¡Todo el 7 en pie! Seguidamente lo hace toda la plaza.

Pases artísticos. Extraordinarios. ¡Todo lo ha hecho bien Esplá!
Tras tomar el estoque de matar, vuelve al toro para buscar la igualada con pases diversos de tauromaquia antigua que levantan una gran ovación.
En la suerte contraria. Esplá se retira mucho del toro. Estocada recibiendo en toda la yema pero ligerísimamente tendida.
El torero toreando al toro por la cara lo lleva a las tablas tratando de que doble. El toro que tarda en doblar en medio de los olés del público enardecido.
Esplá que quiere acabar. Falla en el primer golpe de descabello porque se precipita. Acierta al segundo.

Los pañuelos aparecen en toda la plaza. El Presidente César Gómez Rodríguez, remolonea mientras se está fumando un cigarrillo. El público que le abronca y finalmente concede la segunda oreja.
¡Esplá pide la vuelta al ruedo para su colaborador!
Sale el pañuelo naranja.Esplá ha de dar dos vueltas al ruedo con toda la plaza en pie.