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miércoles, 14 de mayo de 2008

LA QUINTA DEL ABONO DE SAN ISIDRO 2008, FUE UNA NOVILLADA.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

De haber sido crítico taurino, lo hubiéramos tenido muy claro.
Nuestra crónica se hubiera limitado a señalar a una novillada, con hechuras de corrida de toros, que nos proporcionó un panadero-ganadero de San Sebastián de los Reyes, que llevan el nombre de Montealto, frente a la que un novillero Chechu no se aclaró y los otros dos, de Albacete por cierto, que demostraron estar placeados, tener diferentes dosis de arte, que no de valor, y ser buenos ejecutores de la suerte suprema.
Novillos criados en fincas de los alrededores de Madrid que mansearon en los primeros tercios, lo que importa poco en estos tiempos donde lo principal es que embistan a la muleta, puesto que este tercio es quien da o quita ilusiones y éxitos.
Pero como comentarista he de referirles más pormenores de la novillada. Y eso es lo que trataré de llevar a ustedes para que en la posteridad quede lo realmente ocurrido en esta quinta de abono de la Feria Isidril del año 2008.
Desde hace bastantes años suelo divertirme más en las novilladas, de novilleros cuajados naturalmente, que en las corridas de toros donde observo demasiadas inhibiciones.

Cuando llegamos a la localidad de la plaza ya estaba en el ruedo un novillo sardo chorreado que tenía por nombre Gitano como deducimos del libreto que recogimos al comprar la almohadilla. La tablilla señalaba 480. Era un novillo colorao, chorreado bragado y listón. Nos habíamos perdido la suerte de varas que, al decir de quien ocupaba localidad contigua, no había ofrecido nada que reseñar pues había entrado dos veces y el piquero se agarró arriba.
Rubén Pinar trata de aprovechar el quite que le corresponde y comienza por chicuelinas en una serie de dos al final de las cuales el novillo le arrebata el capote y en su afán de cogerlo en el suelo, el mismo se propicia una voltereta de impresión. Pinar tras tomar nuevo capote consigue la tercera chicuelina que remata con una revolera.
En banderillas, Pedro Vicente Roldán las tira desde cerca y logra dejarlas arriba. Domingo Navarro es alcanzado en el muslo derecho a la salida del par, pierde pie y no es corneado por intervención de San Isidro, al cometer la equivocación de querer levantarse ante la misma cara del novillo que le derrota sin afortunadamente alcanzarle en el cuello. Cierra Pedro Vicente tirándolas nuevamente que es la forma que él debe tener de prender los rehiletes.
Chechu comienza la faena a base de cuatro doblones, el último de los cuales resulta enganchado. El novillo se para y el novillero aprovecha para montar la muleta.
El novillo acusa mucha movilidad aunque sin fijeza alguna.
Con la muleta en la mano derecha logra cuatro redondos ligados que remata con el doble de pecho y es aplaudido.
Continúa con nueva serie a base de tres redondos que son enganchados en el remate. Tres más, de mejor ejecución, que remata con el doble de pecho.
La muleta en la zurda: Un ayudado con el estoque simulado. Dos buenos. Tres buenos con el defecto de rematarlos por encima de la pala del pitón.
Quiere continuar por naturales pero como al primero resulta desarmado, desiste y se pasa a torear con la mano diestra.
El primer redondo es enganchado en el remate. En el segundo, el novillo pierde las manos. El tercero, aceptable. Rematando con el de pecho con la derecha.
Antes de entrar a matar finaliza con un redondo enganchado y otro bueno.
El novillo se ha aquerenciado en tablas y le cuesta trabajo al novillero sacarlo de allí para ejecutar la suerte suprema.
En la suerte contraria logra una estocada corta perpendicular y ligeramente caída al meter la mano con habilidad. Su labor fue silenciada.

El segundo de su lote es el cuarto de la novillada. Es un novillo de capa negra que responde por Agujeta que luce el nº 32 y pesa lo que muchos toros, 532 kilos. De salida demuestra una gran habilidad para enganchar las telas.
Chechu es incapaz de recoger al novillo.
La suerte de varas corre a cargo de Mario Herrero que se agarra caído ante la entrada cuarteada del novillo que cornea con furia el peto del caballo. Cuando deja de cornear, rectifica el piquero.
En la nueva entrada se agarra arriba. El novillo no ha humillado en el tercio y sale con la cara arriba.
En banderillas con la lidia de Juan José Jimeno, parean: Pedro Vicente Roldán y Domingo Navarro. Ambos cumplen en el primer encuentro. Cierra Roldán con un par caído.
Chechu comienza su faena de esta improvisada forma: Tres ayudados por bajo. Doblón con la izquierda. Doblón a dos manos.
Continúa por redondos sueltos consecuencia de dar distancia al novillo.
Un faena anodina donde se ve a las claras que el novillero no tenía hoy su día. ¡Le falta motivación! de ahí que trate de buscar la igualada para acabar cuanto antes con el calvario que tiene delante.
En la suerte contraria consigue una estocada también contraria. El novillo tarde en doblar a pesar de los toques de los banderilleros. Le traen el descabello pero el novillero prefiere no intentarlo esperando que el novillo se eche. Cuando lo hace Domingo Navarro acierta al primer puntillazo. Silencio

El segundo novillo de la tarde lleva el nº 37 se llama Calabaza y pesa 515 kilos. Es de octubre del 2004 y muy bonito de hechuras.
Lo recibe Rubén Pinar con tres verónicas de gusto que remata con una media muy buena.
El novillo en cuanto ve al caballo que monta Daniel López, se va por él y lo derriba. Tras lograrlo se va suelto. Nuevamente de largo se arranca al caballo. Lo cortan. Cuando desde más cerca se arranca al montado, Daniel López se agarra arriba y lo pega.
Quita Ruben Pinar con unas verónicas lentas rematadas con una media de trazo lento.
En banderillas lo único destacado es el par con riesgo que pone Alberto Martínez al resultar perseguido.
El novillero comienza su faena a base de cuatro muletazos por bajo, un natural y remata con una trinchera. Recibe aplausos.
Sigue por redondos donde aguanta un parón debajo del cuerpo y remata con un trincherazo.
Con la muleta en la zurda, logra tres naturales muy buenos que remata con una trinchera.
La muleta en la derecha: Tres redondos superiores y uno de pecho perfecto.
Se distancia. Cita de largo por redondos. Lo aguanta y sigue en una tanda de cinco que remata con el de pecho.
Nuevamente la muleta en la izquierda. Una tanda de tres naturales perfectos. Tres más con cambio de mano y derechazo perfecto que remata con el de pecho.
Tras tomar los aceros, estocada perfecta en la suerte natural que hace doblar al novillo. Luego el puntillero falla repetidamente. Se pide la oreja mayoritariamente y el presidente la concede.

Su segundo que es el quinto de la tarde es un novillo burraco llamado Comilón, marcado con el nº 49 y con 506 kilos sobre el esqueleto.
Rubén Pinar, lo recibe por verónicas a la salida de una de ellas, el novillo sufre una voltereta impresionante.
En las dos entradas al picador, este se agarra arriba pero no le pega porque las fuerzas están justitas en este bonito ejemplar.
Aprovecha su quite Tendero con tres chicuelinas que remata con una revolera.
En banderillas destaca en sus dos entradas Basilio Mansilla que logra el desmonterado.
Rubén brinda al público y comienza su faena con pases por alto a una mano.
Cuando le ha sacado de las dos rayas, se distancia. El novillo está pronto.
La muleta en la mano derecha para lograr una serie de cinco redondos que abrocha con el de pecho.










Continúa por redondos con uno suelto y cuatro ligados donde el novillo se rebrinca.
La muleta en la zurda: dos naturales que remata arriba y que no tienen lucimiento.
Pasa a la derecha para instrumentar una serie de cuatro redondos ligados, de mano baja, que abrocha con el de pecho. Es muy aplaudido.
Nueva serie con la derecha, buena. La faena no remonta a pesar de la gran voluntad del novillero.
Con la zurda serie de cinco naturales a pies juntos que resultan aseados y al ser rematados con el de pecho es aplaudida.
Gran estocada. Como el novillo tarda en doblar, aunque se pide la oreja al no ser mayoritaria no es concedida. El premio, saludos desde el tercio.

El tercero de la tarde atiende por Cotorro, marcado con el nº 41 y con 484 kilos de peso. Es un precioso novillo colorao chorreado que corresponde lidiar a Miguel Tendero.
Lo recibe por verónicas despaciosas y bien ejecutadas.
Y de la misma manera, con lances por delante sin cruzar, lo pone en jurisdicción del caballo que monta José Palomares, pero el novillo desdeña al montado y se va con rapidez hacia los terrenos de nadie.
Allí lo recoge “El Niño de Belén” y lo lleva nuevamente al montado con conocimiento y arte. Cuando se arranca, tras dudar, Palomares se agarra arriba y el toro en el peto no cabecea.
Tendero lo prueba por delante y sin hacer quite lo lleva nuevamente al caballo. El toro hace lo mismo de antes y nuevamente es “El Niño de Belén” quién lo pone en suerte para que el piquero vuelva a agarrarse arriba.
Trata de aprovechar el quite Chechu, pero como hoy se ve que no es su día, lo único que consigue es que le destroce el capote.
En banderillas bajo la lidia de “El Niño de Belén” parean: Rafael García y Alberto Molina que cumplen con su cometido. Cierra Rafael con un buen par.
Miguel Tendero brinda al público por lo que, en correspondencia,
es aplaudido Muy tranquilo, con temple y quietud, comienza por bajo en unas trincheras que son muy aplaudidas. Sigue con cuatro derechazos perfectos que son abrochados con el de pecho. Nueva tanda de tres, templados. La mano baja y remata con el de pecho.

Con la muleta en la zurda logra cuatro naturales de mano baja que remata con un trabajado pase de pecho, a un novillo que se abre en el remate del pase y obliga a que el novillero se ponga en derechura a cada intento de pase.











Un novillero con gusto, conocimiento y temple por lo que recibe aplausos.
Tras tres derechazos lentos y perfectos de ejecución, remata con una trinchera y se va a por la espada de matar.
Logra una estocada tendida y ligeramente trasera que hace doblar al novillo recibiendo una vuelta al ruedo en premio a su buena labor.

En su segundo que es el sexto de la corrida, Tendero se enfrenta a un todo señor toro con un peso de 515 kilos de nombre Palomito que irrumpe en el ruedo con muchos pies.










Lo recibe con una serie de cinco verónicas a pies juntos y con la mano baja que son rematadas con dos medias de plasticidad y ejecución perfecta. Son jaleadas y aplaudidas.
Con lances por delante y rematando con un vistoso recorte, lo lleva al caballo que monta Ángel Rivas quien se agarra arriba.
Quita por verónicas de buena ejecución de pata adelante que lo deja en las dos rayas. El novillo se arranca con prontitud y Rivas vuelve a agarrarse arriba.
Chechu trata de hacer su quite pero el público le protesta y ha de desistir.
En banderillas, con la lidia de Rafael García, parean “El Niño de Belén” y Alberto Molina que aciertan en su cometido.
Miguel Tendero comienza su faena con seis doblones por bajo con perfecta coordinación entre piernas flexionadas y mano baja que tras el último, en el que el novillero se rompe, estalla una gran ovación.
Sigue con una serie de tres redondos, de mano baja y ligados que son rematados con una trinchera muy aplaudida.
Nueva tanda de cuatro que abrocha con el de pecho donde la mayor virtud ha sido el temple.
Una última con la derecha de cuatro que al ser rematada con el de pecho es aplaudida con fuerza.
La muleta en la zurda para lograr dos naturales que resultan enganchados. Toma distancia y logra tres buenos de verdad que son abrochados con el de pecho.









Nueva serie de cuatro naturales de mano baja abrochados con el de pecho. Aplausos.
Otra más de cinco y el de pecho. Aplausos.
Cierra con otra serie de cinco finalizando con una trinchera previa al pase de pecho.
En la suerte natural logra una gran estocada arriba entera y el toro dobla. El puntillero acierta a la primera y comienzan a aparecer pañuelos en los tendidos.Tras ser arrastrado el novillo la petición es mayoritaria y el Presidente concede una oreja.